Oxidación o Atmósfera oxidante

Oxidación o Atmósfera oxidante

La oxidación en cerámica se refiere a un tipo de atmósfera durante la cocción en la que hay un suministro abundante de oxígeno. Este ambiente es crucial para ciertas cerámicas y esmaltes que dependen de la presencia de oxígeno para desarrollar colores brillantes, consistentes y propiedades específicas del vidriado. En una atmósfera oxidante, el oxígeno libre en el horno reacciona con los componentes del esmalte y la arcilla, evitando que estos se reduzcan (pierdan oxígeno) y asegurando que los óxidos metálicos mantengan sus estados de oxidación originales. En un horno de oxidación, el control preciso de la cantidad de oxígeno es esencial para lograr los resultados deseados. Por ejemplo, el óxido de hierro en una atmósfera oxidante tiende a producir colores rojos, naranjas y marrones, mientras que en una atmósfera reductora puede generar tonos verde oscuro o negro. Este control se logra mediante la regulación del flujo de aire y la combustión dentro del horno, permitiendo manipular las propiedades visuales y físicas de las piezas. Además de influir en el color, la atmósfera oxidante afecta la textura y el acabado del vidriado. Los esmaltes aplicados en este ambiente tienden a desarrollar superficies más uniformes y menos propensas a defectos como el retirado o las manchas. Esto es particularmente importante en la producción de cerámicas utilitarias y decorativas donde la estética y la funcionalidad son primordiales.

Dato interesante

La atmósfera oxidante es especialmente prevalente en los hornos eléctricos modernos, ya que estos permiten un control preciso y constante de la entrada de oxígeno. A diferencia de los hornos de gas o leña, que requieren una gestión más manual y cuidadosa para mantener una atmósfera oxidante, los hornos eléctricos pueden ajustar automáticamente los niveles de oxígeno, facilitando la producción de cerámicas con acabados consistentes y de alta calidad.

Consejo útil

Cuando trabajes con esmaltes transparentes o colores brillantes que dependen de una atmósfera oxidante, asegúrate de calibrar correctamente tu horno para mantener un flujo de oxígeno constante. Esto minimizará las variaciones en el color final y evitará defectos en el vidriado. Realiza pruebas con pequeñas piezas antes de proceder a la producción completa para ajustar los parámetros de oxidación y garantizar resultados óptimos.